INGREDIENTES
Zumo 3 limones
Leche condensada 1 Bote
Leche evaporada 250 ml
Ralladura 1 limón
Hierbabuena
frutos rojos para decorar
PREPARACIÓN
Comenzamos lavando bien los limones, porque vamos a usar la ralladura de uno de ellos y queremos evitar que tenga cualquier resto de pesticidas, fertilizantes o productos químicos. Rallamos la corteza del limón y la reservamos. A continuación, vamos exprimiendo los tres limones, para guardar su zumo.
Por otra parte, abrimos la lata de leche condensada y ponemos su contenido en un bol amplio. Ahora que no nos ve nadie, después de volcar la leche condensada en el bol, podemos rebañar las paredes de la lata con una cucharita y recordar cuando lo hacíamos de pequeños.
Sobre la leche condensada, añadimos la leche evaporada, y la mezclamos bien con unas varillas. Si no encontráis leche evaporada, podéis utilizar nata para cocinar, o si no, leche entera, aunque en cualquier supermercado encontraréis esta leche evaporada en latas o en bricks, sin mayor dificultad.
Una vez mezclado, añadimos el zumo de limón sobre la mezcla. Aparentemente parecerá que se corta la leche, pero si lo movéis con las varillas, veréis cómo de repente, en menos de un minuto, cuaja y se espesa de forma casi mágica. Ya sólo falta añadir las virutas de ralladura de corteza de limón y meterlo a la nevera hasta el momento de disfrutarlo.
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